Bonita Sonrisa...

Miercoles 9:30 am. Esperando a la tere en la esquina de la casa
Ya es tarde. La tere no aparece. Tengo que distraerme. La tienda de la esquina llama mi atención.
Su interior oscuro, de reflejos de envolturas de plástico.
Tiras de tortrix caen en forma de cascada plastica y aluminio.
Nadie a la vista, voy a comprar.

- Ehh…

- ¿Sí?

¿Está sonriendo?

- Tiene…

- ¿Sí?

Sí. Está sonriendo.

- Me da una galleta.

- ¿Cuál?

Vaya ¿Por qué no deja de sonreír?

- Una… Oreo.

- ¿De qué sabor?

Que no siga. No me podre ir.

- Chocolate.

- ¿Cuál? ¿Esta?

No sé. Cualquiera. Con tal que no deje de sonreír.

- Sí esa. ¿Cuánto es?

- Un quetzal.

No, espera. No me quiero ir.

- Ok.

- Gracias.

Eso es todo creo…- Ok.

Bonita sonrisa.

- Gracias.

- ¿Qué?

- Que ‘Gracias’. Por lo de la sonrisa.

- ¡Ah! Este… de nada.

- …

- ¿Y qué haces acá?

- No sé. De visita.

- Ah, ok.

- …

- ¿Por qué no dejas de sonreír?

- No sé. ¿Te molesta?

- No, creo que no.

- …

- Bueno creo que sí. Un poco.

- ¿Por qué?

- No sé. No soporto… algo tan… ¿lindo?

- Entonces dejo de sonreír.

- No, no. También me gusta. Es… complicado.

- Ah. Ok.

- …

- Sabes, tengo que irme.

- ¿Algún día volverás?

- No… lo sé.

- Aquí te espero.

- ¿Con tu sonrisa?

- Sí. O sin ella, como quieras.

- Ok. Volveré entonces.

- Ok. Te espero.

- Adiós.

- Adiós.



Hiatoria real hasta lo de bonita sonrisa... y ya no la volvi a ver.

1 comentarios:

Andrea dijo...

Muy tierna esta historia, ojalá todos recordaramos sonreir más a menudo.