De eso que el tiempo trae...

El hecho de cumplir años jamás me ha causado ningún efecto negativo de esos muy comunes en la actualidad, llamémosle depresión, ansiedad o miedo, de hecho los llego a disfrutar eh incluso a esperar con emoción, pero de lo que si no eh logrado librarme es del tono reflexivo que toman las tardes de cada 7 de julio, este año mis pensamientos se enfocaron en una sola cosa, mis dos mejores amigos ya no están acá conmigo para disfrutarlo como solíamos hacerlo, el ritual de todos los años para los tres era: llamadas en la madrugada, cohetes en la ventana del cuarto correspondiente eh incluso una que otra serenata, pero eso cambio radicalmente hace dos años, mi mejor amiga se fue a Panamá dejándonos en shock total porque ninguno de nosotros lo esperába y hace un año mi mejor amigo decidió tomar su camino y el de el conducía a los Estados Unidos.

Yo me quede acá porque como siempre eh dicho mi camino esta acá y acá se termina pero ese no es el punto, el punto es que la tarde de ayer me pareció mas fría que de costumbre y mientras el sol se ocultaba detrás de el volcán de agua mi mente viajo a esos hermosos años y los extrañe demasiado incluso mas de lo que yo mismo creí, el tiempo suele traernos estas cosas fue mi conclusión pero creo que el perder amigos por la distancia y el tiempo es una de las cosas más dolorosas que a uno como persona le puede pasar, ellos dos crecieron conmigo y hubieron días que nos preguntamos que será de nosotros en el futuro? Seguiremos siendo amigos? La primera pregunta ya tiene respuesta, la segunda mi corazón quiere creer que la respuesta será “si” pero este año ya no supe de ninguno de los dos, ni si quiera por facebook, al final creo que la tristeza me atrapo, maldición u.u.