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Aqui...


Son casi las seis de la tarde y tengo la vista puesta en un cerro, desde el cual tengo una vista perfecta al océano atlántico latinoamericano, es un atardecer hermoso típico de diciembre y la brisa fresca del mar pega de lleno en mi cara, no le puedo pedir nada mas a la vida, si pudiera morir ahora mismo sería feliz, no me hace falta nada. Pero la vida real no es así y a menos de que fuera millonario estos instantes duran y seguirán durando solo un segundo en mi vida, un segundo hermoso y perfecto pero solo un segundo.
Vamos pues de vuelta a la realidad.



Y nada describe mejor lo que siento ahora mismo que este video...